lunes, 11 de julio de 2016

Con mini y camiseta no hay boda o... el respeto a los demás.

Ayer en El Correo leí este artículo que voy a utilizar con dos fines:

1- No tener que escribir de política pues me siento avergonzado del resultado de las pasadas elecciones en las que varios millones de personas han ratificado y han dado la bendición electoral, con su voto, para que  se sigan cometiendo tropelías. Me da lo mismo el signo político, el partido o el personaje...abomino de quien usa lo de todos para beneficio propio, de quien trata con desprecio al débil y hace reverencias al poderoso.

2- La noticia me ha complacido y me ha traído recuerdos de los varios centenares de boda que he celebrado. Os haya ido mal o bien mía no ha sido la culpa. Yo siempre pretendí hacer una ceremonia divertida para los contrayentes y para quienes les acompañaban.

Y ha habido de todo, bodas con casi doscientos asistentes elegantemente vestidos , incluso con acompañamientos musicales diversos en dimensión y estilos y bodas de mayor intimidad con menos de una decena de asistentes.

Con el paso de los años, se me acumulaban tantas que tuve que establecer un sólo día al mes para casar y celebraba incluso hasta seis bodas en ese mismo día . Así podía librar otros sábados para estar con mi familia. El resto de los sábados casaban los concejales y concejalas. 

Cuando inicié la andadura de Alcalde vestía pantalón vaquero y chupa de cuero y mi propósito era no cambiar de indumentaria. Hasta que reflexionas y te das cuenta que eres más Alcalde que persona y representas a todo un pueblo del que hay que dar la mejor imagen posible  y debes hacer el sacrificio de adaptar tu indumentaria en cada momento.

Si hay una inauguración importante con muchas autoridades y cámaras te pones un traje oscuro. De la misma manera que te preparas un discurso lucido. Si es una reunión de trabajo con otras autoridades o en otras instituciones te calzas pantalón y chaqueta. Si es una Asamblea con mi gente siempre zapatillas, vaquero y chupa que da proximidad y les recuerdas que sigues siendo el mismo, que lo de la corbata y la chaqueta es el buzo de trabajo.

¿A qué viene esto? Pretendo demostrar que hay momentos y oportunidades distintas, que deben tener un poco de solemnidad y que debes vestir un atuendo sino protocolario al menos un poco más acorde aunque sólo sea por respeto a quienes te acompañan o dirigen el acto.

Concreto. Por respeto a los contrayentes siempre he estado esperando en el Salón de Plenos con corbata, en invierno y en verano. Muchos de ellos no conocían mi pueblo y no me atrevía a dar una mala imagen llevando una indumentaria más cómoda  Nunca me importó si los contrayentes llevaban o no corbata y traje largo la novia, pero compartiréis conmigo que no es de recibo que aparezcan los contrayentes con botas y pantalones de monte (incluso embarrado) o con chancletas y bermudas y con prisas porque se les hace tarde para ir a la playa.

Por eso me gustó la noticia, porque me parece que establecer unas normas mínimas de decoro me hubiera  venido bien para poner en su sitio a quien considera tan poco solemne el día que decide unirse de por vida con la persona a la que quiere. 

Es mi opinión y puedo estar equivocado, pero mientras leíais mi relato os habéis olvidado del triste panorama político.

5 comentarios:

  1. Cada pareja es un mundo Pedro y tienen sus propios gustos, pero si que es cierto que algunas deberían dar más importancia a la indumentaria del dia de su boda, aunque solo sea por respeto a la gente de su alrededor. Por eso precisamente me encantó tener esta misma conversación con Loren al hilo de nuestra boda. Me parece que muchos lensamos como tu en cuanto a este tema... un abrazo

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  2. Lei Re, ¿te imaginas que vienen trajeaos ellos y encuentran al Alcalde en chanclas y bermudas?Ja, ja. Son capaces de mandar una foto al periódico quejándose.

    Zorionak por vuestra boda. Un abrazo.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. En los juzgados, en cuanto a vestimentas varias, se ve de todo, pero en el tema bodas y quitando a gente que dentro del estilo propio de cada uno van muy correctos, algunos pecan por exceso y otros por defecto.

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  5. En los juzgados, en cuanto a vestimentas varias, se ve de todo, pero en el tema bodas y quitando a gente que dentro del estilo propio de cada uno van muy correctos, algunos pecan por exceso y otros por defecto.

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