sábado, 27 de febrero de 2016

Cuando la normalidad parece extraordinaria.


Ayer estuve dando una de mis charlas a la buena gente independiente. En este caso fue en Arrigorriaga, en la foto me acompañan los organizadores del evento y Laura, compañera de mi grupo LVP.

Con el ardor del profesional docente que quiere que todos los que le escuchan aprendan de lo que él sabe, les expliqué nuestra andadura en la gestión política de nuestro municipio. No conté nada extraordinario, ni tampoco es que yo sea o me considere un reputado conferenciante o tertuliano televisivo como los que a diario vemos, pero noté, como en otros pueblos, que estaban encantados escuchando mi disertación porque como dijo uno de los asistentes estaba agradecido de escuchar todo lo que había escuchado con un lenguaje sencillo y haber oído hablar de la política de un modo más natural y comprensible ( ¿ Es eso lo que dijiste, Pepelu?). De ahí viene el título que le he puesto a esta entrada de mi blog.

Creo que a la política le falta naturalidad, normalidad, y a los políticos el uso de un lenguaje más claro y accesible. Un lenguaje que le acerque a la ciudadanía y no un lenguaje técnico difícilmente comprensible. Y sobre todo les falta a la política y a muchos políticos un poco de seriedad, un mucho de trabajo y de voluntad de servicio a favor de quienes con su voto hacen posible que se dediquen a este noble ejercicio de la política, que persigue mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos y conciudadanas, de todas y todos, independientemente de a quien otorguen su voto.

Es este el camino a seguir para recuperar la deteriorada imagen del político.

En este momento rememoro el primer punto de uno de mis decálogos, que aparecen en mi libro "20 años de gobierno ciudadano":

¿Tiene sentido meterse en política? ¿Prestar el esfuerzo, la dedicación, la capacidad, el tiempo que requiere y que le robamos a nuestro trabajo, a nuestra familia, a nuestros amigos, a nosotros mismos? Sí, merece la pena. La política es la actividad de los hombres libres. Cuando los ciudadanos dejan de prestar atención por la política, llegan a las instituciones políticos que no prestan atención a los ciudadanos.
El mayor mérito del hombre consiste en determinar sus circunstancias y no dejar que las circunstancias lo determinen a él.

A raíz del 15M, el grito de “Basta ya” de la gente ha conseguido que se piense más en el votante, que se hable de transparencia, de participación, de honradez , de congruencia , de cercanía, en resumen... de normalidad. Sólo hace falta que la practiquen.


Ójala en poco tiempo la normalidad deje de ser extraordinaria.

Es mi humilde opinión.



viernes, 19 de febrero de 2016

Yo no lo entiendo y ¿tú?


No puedo entender que quien gana unas elecciones, a la hora de formar gobierno, previo los pactos necesarios, haga una finta y diga “que pase el siguiente que a mi me da la risa”. Tampoco lo entenderá mucha gente de su propio partido. No ha sido una actitud inteligente.

Cuánto menos debería servirles como enseñanza, para si vuelven a gobernar con mayoría absoluta no cometan el error de desoir e incluso menospreciar a sus adversarios políticos, con una altanería que ha propiciado que, ahora, no tengan “amigos” con quien pactar.

La mayoría absoluta no puede convertirse en dictadura. Facilita la acción de gobernar pero se deben estudiar y/o admitir las aportaciones de los adversarios políticos o corren el riesgo de enfrentamientos estériles e impopulares.

Nosotros siempre hemos gobernado con mayoría absoluta, pero sujetos a las iniciativas de una Asamblea y dando información y participación continua a la misma. A pesar de nuestras mayorías absolutas, cuasi insultantes, contrastábamos con los concejales de la oposición y tomábamos en cuenta sus aportaciones o matizaciones y siempre con toda la amabilidad posible en cada caso. Así ahora podemos tomar un vino con los distintos concejalas y concejales de la oposición. Somos vecin@s, conocid@s, adversari@s políticos, pero no somos enemigos pues cada uno desde su punto de vista lo que pretende es que su pueblo mejore.

Tampoco me parece inteligente la postura de Podemos. No niego mis simpatías por el cambio. No debe ser el que ha obtenido el tercer puesto quien le indique al segundo partido como debe hacer las cosas y menos públicamente, antes de haber dialogado con el posible candidato. Puede ser táctica pura pero da la imagen de un rupturismo que no se corresponden con los resultados electorales.

Lo que han propuesto públicamente es asumible en un alto porcentaje, pero sobran las líneas rojas y la propuesta de composición del futuro gobierno sin haberlo negociado previamente. No puedes hacerle la alineación al contrario aunque se trate de un partido amistoso.

Nos cabe la esperanza de que finalmente no sea necesario volver a las urnas. Se trata de una oportunidad histórica de pacto. No defrauden al electorado o les volverá la espalda.

Mi humilde opinión.


lunes, 1 de febrero de 2016

Al Emperador si, a la Infanta no.


No me cae  bien el Sindicato Manos Limpias. Todo lo contrario, pues me acusó a mi personalmente, como Alcalde, por un acuerdo unánime del Pleno Municipal tomado en 1978, 13 años antes de que yo apareciera en la escena de la política municipal, por la decisión de nombrar la plaza del pueblo como Txiki y Otaegi, fusilados por Franco, sin juicio y sin demostrar si de verdad eran terroristas.

Para revocar un acuerdo de un Pleno hay que fundamentarlo con hechos y/o documentación y así se lo exigí a ellos para poder llevarlo a su debate en el Pleno. Usaron la amenaza de que o quitaba los letreros en quince días (¡ a la orden!) o me denunciaban. Con el desprecio propio de quienes se creen superiores y que todos somos separatistas (alcalde independiente no es lo mismo que alcalde independentista), ”lo busca usted en la editorial Txalaparta”, me respondieron y me denunciaron por lo penal.

El Juez Fernando Abreú sentenció que era un disparate imputar personalmente, por lo penal, a quien, como yo, ni siquiera estaba en aquel momento en la Corporación. Pero consiguieron que apareciera en los periódicos de todo el Estado sin motivo alguno. Y eso crea dudas entre tus conocidos y no conocidos.

En aquellos compases, yendo sólo en mi coche en Zarauz, en un control de la Guardia Civil me registraron el coche, aunque de inmediato me reconocieron, y durante el registro me preguntaron por qué no había retirado las placas de la plaza, les relaté el asunto tal cual aquí lo hago y me dijeron “ Ante ese menosprecio y esa prepotencia, yo también hubiera hecho lo mismo. Ya me habían dicho a mi mucha gente que usted era un gran Alcalde”.

El Juez desestimó la denuncia. No podía ser de otro modo. Posteriormente, por lo contencioso, el Tribunal nos indicó la retirada de la placa, lo que hicimos de inmediato pues nuestro grupo independiente se dedicaba, y se dedica, a gobernar, a gestionar los recursos municipales, las cuestiones de matiz político ideológico ni las tratamos en el Pleno y la comunicación judicial nos allanó el camino.

Hecha esta aclaración previa, para que nadie piense que los defiendo ahora por alguna secreta razón y por si alguno de mis seguidores en este blog tenía un concepto tergiversado de ese asunto que he relatado, creo que en este caso merecen un aplauso, Me explico.

Son los únicos que han mantenido la acusación contra la Infanta y al final han conseguido sentarla en el banquillo. Hecho que además de justo, es un salto cualitativo de la Justicia, que se demuestra que poco a poco, gracias a las múltiples voces cada día más altas de la calle, algunos jueces pueden mostrar su valentía y hacernos creer que la Justicia es igual para todos, aunque la abogada del estado pueda decir que lo de ” hacienda somos todos” es pura publicidad.

La “doctrina Botín”, la del todo poderoso banquero,  no es más que un fiasco de la justicia cometido en favor de un poderoso y al contrario de anular tal tropelía, algunos pretenden convertirlo en doctrina jurisprudencial para su aplicación sólo a los influyentes. ¿Cuando no hay acusación no existe delito?. Es como si uno de nosotros fuese liquidando a personas sin techo y quedáramos libres porque como no tienen familia, nadie nos acusa.

¿Hubiera pasado lo de Botín ahora? No, sin dudarlo. Las demandas de la gente en la calle han tenido un efecto muy trascendental y en la Justicia muchos jueces se atreven ahora a lo que antes no, por miedo a las represalias personales y profesionales. Ahora saben que cuentan con la gente, con esa gente que no se queda en casa y se subleva contra lo injusto, contra el uso del poder judicial en favor del poder económico y político.

Os imagináis una doctrina Otxoa, Martinez, García, Lobato, … A nosotros no nos hace falta que nos acuse la fiscalía. Defrauda a hacienda 8.000 € y verás donde te vamos a tener que llevar los bocadillos. No puede ser la Agencia Tributaría la que determine quienes debe ser imputados y quienes no.

Así que, bien sea por Manos Limpias o por los gritos de la calle, bienvenidos sean los acuerdos judiciales que nos ayuden a pensar que “la Justicia es igual para todos”. Ah.. y señora Abogada del Estado que lo de “Hacienda somos todos” no se quede en mera publicidad y pongan ustedes todo el ahínco en averiguar quien defrauda, y si son ustedes listos y listas, comiencen por los que más tienen, porque con menos trabajo pueden recuperar más dinero que expedientando a cientos de humildes obreros.

A la continua persecución y condena de los poderosos que defraudan y se llevan la pasta a paraísos fiscales quisiéramos acostumbrarnos. Les daría a los jueces, fiscales y abogados del Estado mayor credibilidad social.