viernes, 19 de febrero de 2016

Yo no lo entiendo y ¿tú?


No puedo entender que quien gana unas elecciones, a la hora de formar gobierno, previo los pactos necesarios, haga una finta y diga “que pase el siguiente que a mi me da la risa”. Tampoco lo entenderá mucha gente de su propio partido. No ha sido una actitud inteligente.

Cuánto menos debería servirles como enseñanza, para si vuelven a gobernar con mayoría absoluta no cometan el error de desoir e incluso menospreciar a sus adversarios políticos, con una altanería que ha propiciado que, ahora, no tengan “amigos” con quien pactar.

La mayoría absoluta no puede convertirse en dictadura. Facilita la acción de gobernar pero se deben estudiar y/o admitir las aportaciones de los adversarios políticos o corren el riesgo de enfrentamientos estériles e impopulares.

Nosotros siempre hemos gobernado con mayoría absoluta, pero sujetos a las iniciativas de una Asamblea y dando información y participación continua a la misma. A pesar de nuestras mayorías absolutas, cuasi insultantes, contrastábamos con los concejales de la oposición y tomábamos en cuenta sus aportaciones o matizaciones y siempre con toda la amabilidad posible en cada caso. Así ahora podemos tomar un vino con los distintos concejalas y concejales de la oposición. Somos vecin@s, conocid@s, adversari@s políticos, pero no somos enemigos pues cada uno desde su punto de vista lo que pretende es que su pueblo mejore.

Tampoco me parece inteligente la postura de Podemos. No niego mis simpatías por el cambio. No debe ser el que ha obtenido el tercer puesto quien le indique al segundo partido como debe hacer las cosas y menos públicamente, antes de haber dialogado con el posible candidato. Puede ser táctica pura pero da la imagen de un rupturismo que no se corresponden con los resultados electorales.

Lo que han propuesto públicamente es asumible en un alto porcentaje, pero sobran las líneas rojas y la propuesta de composición del futuro gobierno sin haberlo negociado previamente. No puedes hacerle la alineación al contrario aunque se trate de un partido amistoso.

Nos cabe la esperanza de que finalmente no sea necesario volver a las urnas. Se trata de una oportunidad histórica de pacto. No defrauden al electorado o les volverá la espalda.

Mi humilde opinión.


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