sábado, 23 de septiembre de 2017

En política los problemas son como el pescado…

En política los problemas son como el pescado…

... o se afrontan con valentía y rapidez o acaban agravándose, es lo que sucede con el pescado sí tardamos largo tiempo en decidirnos a cocinarlo a la plancha, a la parrilla o a freírlos con tomate, porque acaba pudriéndose y entonces huele tan mal que hay que meterlo en una bolsa... hacer un buen nudo y luego otra bolsa... hacer un buen nudo... para que el resto no lo huelan.

Lo escribo por experiencia y aunque sé que no me va a leer el señor Rajoy, convendría que si lo hiciera pues el fondo del contenido de este preámbulo debería aplicarlo al tema de Cataluña.

Deben recordar el señor Rajoy y el resto de dirigentes de su partido, en estos momentos, aquel recurso que hicieron al Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, que había sido aprobado por el Parlament y por el Parlamento español, deben recordar la recogida de firmas qué hicieron en su contra y deberían deducir cuáles han sido las consecuencias de sus actuaciones pretéritas en la actual situación político- social de Cataluña.

He dudado en poner este otro título “Don Tancredo y el choque de trenes” pues el inmovilismo a ultranza del señor Rajoy y el nacionalismo radical de quienes no teniendo la mayoría pretenden imponer sus postulados de manera no democrática, ha producido un enfrentamiento social en Cataluña que tiene difícil retorno a la normalidad.

Y mientras estamos a diario escuchando, debatiendo y debatiendo sobre el asunto catalán, se nos ocultan otras noticias de mayor interés: En el rescate financiero se perderán 42.590 millones de los casi 57.000 millones de dinero público inyectado entre 2008 y 2014, habrá que pagar 3.500 millones de euros a las concesionarias de las nueve autopistas de peaje quebradas, grandes desfalcos que dan como resultado negativo los salario que no remontan a pesar de que los empresarios ganan cada día más, precariedad laboral, pensiones en peligro...

Para concluir, basta con recalcar que les falta autoridad moral para exigir el cumplimiento de la ley a los dirigentes de un partido procesado por corrupción, que se atreven a decir solemnemente “la ley está para cumplirla” desde una sede pagada en negro, teniendo miles de imputados por corrupción...

Y para que todo esto no huela hay que ponerle una bolsa... hacer un buen nudo, poner otra bolsa... hacer un buen nudo, otra bolsa... hacer un buen nudo…ahora Cataluña... luego Venezuela, …


Es mi humilde opinión y puedo estar equivocado.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Posverdad.... una sangrante mentira tras otra,

En la vida es más importante callar que decir : callar puede solucionarse y de lo que dices eres cautivo. Eso en la vida real, en la tuya y en la mía.

En la política, sin embargo, es posible decir primero y callar después, intentando remediar lo imposible y dando por normal todo aquello que a nosotros nos parece tremendamente negativo o ilicito.

A eso le llaman la posverdad que es la fórmula perversa con la que se evaporan ciertos delitos que nos afectan a todos, pero son tratados de manera que nosotros, ciudadanos de a pie, que somos las sufridas víctimas, acabemos creyendo que somos los beneficiarios de que terminen siendo sobreseidos o prescritos los asuntos más escabrosos y más dañinos para la economía de la nación y, por ende, para nuestros bolsillos.

Posverdad es considerar un acto de normalidad que el Presidente de la Nación vaya a declarar como testigo sobre la judicialmente demostrada corrupción de su partido y chulescamente vacile al tribunal mintiendo con descaro.

Posverdad es declarar que se está dotando de los medios para acabar con la corrupción cuando en realidad lo que se pretende es taparla retirando a fiscales y jueces que obran con valentía, sutituyéndoles por otros simpatizantes de su partido.

Posverdad es afirmar, después de haber borrado los discos duros, 35 veces, que no se puede asegurar que contuvieran información perjudicial para el PP.

Posverdad es que un Ministro use una embajada y los servicios de la misma para las vacaciones familiares e intente convencernos de que es algo justo y que se hace normalmente.

Posverdad es que el ex ministro Soria siga teniendo escolta y viajes pagados por todos nosotros, cuando el ni siquiera paga sus impuestos pues sus dineros estaban en paraísos fiscales

Posverdad es cargar las tintas contra los Mossos por no haber atendido aviso de la CIA, cuando dicho aviso le había sido notificado a todos los cuerpos de seguridad.

Posverdad es reconocer que no vamos a recuperar el 75% de un multimillonario rescate bancario, aunque nos engañaron diciendo que a los españoles no nos iba a costar un euro.

Es mi humilde opinión y puedo estar equivocado.