martes, 31 de julio de 2018

Un poco de humanidad, humanos.


No se debe confundir el efecto llamada  con lo que es efecto huida.

¡Es tan injusto este mundo capitalista, duro con el débil y sumiso con el poderoso!

¿Cuántos  de nosotros  hemos sido emigrantes o nos hemos beneficiado de la emigración de otros?

Aquí no se necesita ese orden político preconizado por políticos que se han aprovechado del  desorden y de la corrupción o de quienes separan a niños de sus padres con una conducta Trump...osa, nacida de la prepotencia, o de  quienes denigran de la decisión de recibir el Aquarius en lugar de abominar de quienes propiciaban su rumbo a la muerte en altamar .

¿ Pero a qué punto hemos llegado?

Pongámonos en la piel de quienes huyen de su país por guerras o situaciones conflictivas creadas por quienes  ahora impiden su llegada en frágiles pateras con un alto grado de incertidumbre de éxito.

¿Si en lugar de metralletas  les hubiéramos vendido cultura y máquina herramienta para explotar sus recursos?

¿Si en lugar de robarles sus riquezas y dejarles abandonados en la miseria les hubiésemos ayudado a subsistir en sus países?

Claro que la emigración debe ser controlada, para que lleguen con un contrato de trabajo y no permitiendo que se acomoden convirtiéndose en receptores vitalicios de ayudas publicas en muchos casos superiores a los salarios de quienes trabajan.

Ese control es una función de quienes tienen el deber de administrar.




Canadá  se ofrece para recibir  350.000 emigrantes. Un país inteligente. Europa debe dar una respuesta conjunta aunque sólo sea para reparar el daño causado en el.pasado.