Quienes
leéis mi blog sabéis que no estoy con la iniciativa de separatismo
promovida desde una situación de preeminencia económica y sin apoyo
social necesario, que debería ser muy mayoritario para tomar tal
iniciativa y no lo es.
Tampoco
estoy con un gobierno que se ha propuesto politizar la justicia con
nombramiento de un Fiscal General sospechoso de no buscar la
aplicación de la Justicia con ecuanimidad. Obrar con partidismo tiene como resultado final la judicialización de la política.
No
los pongo en plano de igualdad pero creo que cada bando contendiente
está muy a gusto dónde está. Pretenden sacar tajada política.
Uno,
mostrando firmeza y presentándose como defensor de la unidad de
España. Pero con una notable carencia . Quien por cargo tiene que liderar las soluciones políticas no debe mostrarse ausente, debe dar un paso al frente y han preferido que sea la Fiscalía la que tome las decisiones.
Otro,
consiguiendo cada vez mayor número de descontentos y haciéndose las
víctimas de una represión política qué avale internacionalmente
la necesidad de separarse de España.
Mientras
tanto todo esto sucede, se produce una fractura social importante, dentro y fuera de Cataluña, de la que nadie va a hacerse responsable
y de la que será muy difícil recuperarse de sus nefastos efectos.
Fractura social a la que va a contribuir enormemente el encarcelamiento de los líderes de ANC y de Omnium. ¿Sentencias penales en lugar de acuerdos políticos?
Y
con todo el ruido producido el resto de los conciudadanos nos
olvidamos del 3% de unos y de la Gürtel, la Púnica, etc, de otros.
No
es más patriota el que se parapeta detrás de la bandera más grande
sino quien obra con honestidad y en favor del bienestar de sus
administrados.
No
se pueden autoetiquetar como patriotas quienes, se ha demostrado
judicialmente, saquean los fondos públicos para financiar su partido
o llenar sus bolsillos.
Los
ciudadanos de a pié tendremos que pagar los platos rotos… como
siempre.
Espero
que mañana acierten, unos y otros, para no agravar más el asunto.
Es mi humilde opinión y puedo estar equivocado.