Vaya
por delante que no soy partidario de los independentismos que surgen
de una situación preeminente, en muchas ocasiones conseguida gracias
al esfuerzo de los propios pero también de muchos llegados de otras
tierrras que no han tenido las mismas oportunidades socio-políticas
y económicas.
El
Gobierno español ha sido incapaz de reconocer las circunstancias
que se daban en Cataluña, y en una necia
demostración de irresponsabilidad, ha
ordenado a la Policia que resuelva por la fuerza el desaguisado político y ha
provocado la peor de las situaciones posibles.
Pero lo más lamentable es que todo
haya sucedido sin la aparición en escena del Sr Rajoy, experto en
parapetar su responsabilidad en el Fiscal General (subordinado suyo)
y en jueces y fiscales de claro corte conservador.
Ahora no es el problema el fallido
referendum, ni siquiera lo es la independencia, el problema es el
enfrentamiento político y social desencadenado y la casi imposible
viabilidad de su solución.
Pero el Sr. Rajoy, que tiene una
habilidad especial para conservar su puesto, ha quemado incluso el
cartucho del discurso del Rey antes de dar la cara y que se la
partan.
Y además se guarda la carta del
adelanto de unas elecciones generales en las que pretende
rentabilizar su intransigencia y su inmovilismo en un asunto que muy
bien podría ser menos grave a poco que hubiese mostrado un mínimo
de liderazgo, que se le supone a un Presidente de Gobierno pero que
el ha demostrado carecer.
A resolver tocan, Sr. Rajoy. Cuide
de no dar más pasos en falso, no cometa más errores y aprenda que
en la política los problemas son como el pescado… o los afrontas
con decisión o se agravan y eso no lo soluciona el plasma, a no ser
que se trate de plasma sanguíneo… quizá se necesite un poco más
de sangre.
Es mi humilde opinión y puedo estar
equivocado.
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