jueves, 28 de enero de 2016

¡Como está el patio!

¡Como está el patio!

Cada vez me sorprende más todo lo que sucede en el mundo político y me cuesta más entender ciertas actitudes, sobre todo, las de aquellos que hoy defienden lo que antes denostaban.

Siempre me he ufanado de ser independiente. Si, independiente pero de izquierdas. ¿Por qué? Porque siempre me rebelé contra la injusticia social y la balanza de la justicia social lamentablemente se inclina hacia los más poderosos y desprotege a los más necesitados. Y los más necesitados están, casi siempre, en la izquierda, en el ámbito reivindicativo de la solución de sus necesidades, mientras los poderosos claman “virgencita, que me quede como estoy”, por ello se les llama conservadores.

Si habéis leído mis escritos en este blog habréis llegado a esa conclusión, la de mi inclinación izquierdosa, pero no me olvido de criticar, a diestro y siniestro, desde la óptica de mi lógica, la mía, no la mejor a buen seguro, pero sólo la mía y por tanto... independiente.

Da pudor relatar el panorama político. Ha transcurrido ya más de un mes desde que nos confundimos al votar y entre todos, con nuestros votos, hemos creado este galimatías de siglas y proporciones. Yo esperaba , como muchos de vosotros, que “como no está el horno para bollos”, nuestros políticos, de diestra y siniestra, se habrían apresurado a anteponer los intereses generales a los de partido o personales y se habrían puesto el buzo para resolver los graves problemas del paro, los recortes en sanidad y educación, los altos e impagables impuestos, el abuso de las eléctricas, los paraísos fiscales, los desahucios, la reforma laboral, los sueldos recibidos por jornadas marathonianas que no llegan para comer… Pues no, andan liados con rastas y corbatas, piojos, con niños en el congreso, con los asientos que se distribuyen a mala leche,..

El señor Rajoy, el señor del plasma o don Tancredo, como le llaman, ha hecho lo mismo que venía haciendo cuando gobernaba, dejar que el tiempo resuelva los problemas y en este caso, ha hecho una finta y ha dicho “que pase el siguiente” porque nadie le hace caso de hacer un gobierno sólido con él a la cabeza y el apoyo de todos sus opositores, menos Podemos.

Señor Rajoy, en política los problemas son como el pescado o los resuelves en tiempo y forma o se pudren y huelen. Estaría bien reclamar ahora pactos de estabilidad si cuando usted gana las elecciones con suficiencia permite el apoyo y escucha las aportaciones de sus adversarios políticos. Pero su legislatura ha sido de dejar pasar el tiempo para que los problemas que han creado acaben solucionándose solos y ha dedicado muchos de sus esfuerzos, de los que habría debido dedicar a gobernar bien, a denostar de sus adversarios y derivar responsabilidades a la herencia recibida, si aquello de lo que dijo en debate electoral que no iba a hacer uso.

Ahora hace Usted un escorzo y que “se estrelle el siguiente”, mientras vamos viendo llegar los cadáveres de los responsables de su partido, que “de modo personal y en ningún caso imputable ni a usted ni a su partido”, decidieron tejer redes mafiosas para enriquecerse ¿ellos solos?.

Bueno, seguro que aprendieron de la mala campaña que se le hizo al señor Zapatero, con lo de la herencia recibida, y habrán decidido, de manera personal, mejor nos lo llevamos nosotros todo y así estos de izquierdas, piojosos y con rastas, no podrán hablar mal de la herencia recibida.

No se debería dar una segunda oportunidad a quien teniendo la primera, la prioritaria, la desestima.

Espero, esperamos, que con valentía dejen aparcado lo accesorio y dediquen sus esfuerzos para llegar a pactos que desbloqueen la situación y pongan en marcha medidas de perentoria necesidad para muchos de nuestros y nuestras ciudadanas más necesitadas.

Hasta es posible que ese gobierno que se conforme le exija a los bancos su participación, la de todos los españoles, en las ganancias que generen en proporción a los dineros que se les prestaron para su rescate.
Esa será una medida contundente para que los señores banqueros aprendan a estar callados antes, durante y después de las campañas electorales, pretendiendo meter el miedo a los votantes para que depositen el voto en favor del partido o partidos que más les favorecen a ellos.

Con políticas sociales podremos salir de esta situación.Los bancos seguro que aprenderán a vivir con unos miles de millones menos de ganancia. Las familias nunca aprenderán a vivir sin tener para comer.



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