viernes, 23 de marzo de 2018

España va mal. Y la democracia peor.

España va mal. 

Voy a intentar dar mi opinión muy en contra de aquella que decía el ínclito señor Aznar de España va bien 

Todo lo que está sucediendo no es normal. 

Ya sabéis que yo soy contrario al tema del Procés por dos causas diferentes: primero, por insolidaridad pues no me parece justo que aquellas regiones con mayor poder económico decidan desgajarse de un todo conformado por otras regiones con economías más precarias, muchas veces producidas por un tratamiento desigual por parte del Estado.

En segundo lugar, porque para emprender cualquier viaje en el terreno político hay que tener los apoyos suficientes para iniciarlo, cosa que no sucedía con el intento fallido del referéndum que ha ocasionado estos hechos recientes.

Pero no se puede estar de acuerdo en que personas por el hecho de opinar políticamente diferente estén en la cárcel, sin mediar sentencia, mientras los que nos han robado a manos llenas, con sentencias ya dictadas, están en la calle sin medidas cautelares y algunos de ellos ni se les ha juzgado y posiblemente no se les juzgue nunca.

España va mal cuando los jubilados que han trabajado durante toda una vida y cotizado para tener una pensión digna, viendo que le es insuficiente, tienen que salir a protestar a la calle para evitar que acaben con un fondo nutrido por sus cotizaciones de toda una vida.

España va mal cuando hay dirigentes que dan vergüenza, a los que no les produce ni siquiera un poquito de rubor denigrar de una huelga feminista  y, al ver el éxito de su seguimiento, se colocan el lazo morado y dicen que estaban con la movilización, y que la lucha por la igualdad es "un movimiento de todos, una lucha transversal"? ¡ Que ridículo por un puñado de votos !

España va mal cuando los jóvenes se tienen que marchar a otros países y si no lo hacen deben trabajar en labores precarias, con jornadas maratonianas y sueldos de risa, que no le llegan ni para comer.

España va mal sí continua gobernando una comunidad, como la de Madrid, una señora que ha usado sus influencias para maquillar su falso máster y la propia universidad miente documentalmente para protegerla, por el hecho de que pertenece a la vieja casta del PP.

Por todo ello y a pesar de que ya he establecido que no estoy conforme con el Procés,  aplaudo la decisión de Marta Rovira de marcharse del país para no estar en la cárcel por el hecho de tener distintas ideas y con el peligro de ser encarcelada sin mediar sentencia que lo determine y a quien no esté de acuerdo conmigo le ruego que se ponga en el lugar de Marta Rovira.

Si la Justicia acaba imponiéndose, cuando los recursos se dictaminen, es muy posible que haya que atender a indemnizaciones millonarias y, de nuevo, los de a pié seremos los paganinis.

Es mi humilde opinión y puedo estar equivocado. 



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