Ayer me dieron la ingrata noticia del fallecimiento de mi gran amigo Maka. Siempre es duro recibir tales noticias y lo es más si el fallecido tenía una salud exultante.
El caso es que hay que sobreponerse y recomponer la figura aunque dentro de unas horas habrá sido incinerado y toca recordar los buenos momentos compartidos.
Rememorar su enorme optimismo, truncado en parte por el grave accidente que sufrió pocos meses antes de su jubilación.
Con 76 años, con alma y a veces actos de niño,...pero con un gran corazón, nos deja un enorme vacío a familia y amigos.
Hasta siempre amigo.
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