miércoles, 4 de noviembre de 2015

¿Por qué hay tanta corrupción?¿Cómo terminar con la corrupción?


Cómo os había prometido os adelanto otro poquito del texto del nuevo libro y con ello termino, pues en breve podréis leerlo si despierta vuestro interés.
¿Por qué hay tanta corrupción?
Esto me preguntaba hace un tiempo un conocido y yo le respondí ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? ¿Quién fue antes el empresario al político o el político al empresario?
Puede que el primero fuese el empresario, que se presentaba a un concurso de adjudicación de obra o servicio, el que se acercara a un político conocido y le ofreciese una compensación si se lo adjudicaban a su empresa.
O puede ser que un político, ávido de enriquecerse, se pusiese en contacto con el empresario para anunciarle que se le podía adjudicar la obra o el servicio a su empresa, siempre que le pagase algo al partido o a él mismo.
¿Cómo terminar con la corrupción?
Fuese cual fuese el comienzo, este fraude ha permanecido y se ha agravado en el tiempo porque el empresario encontró un atajo para conseguir superar con trampas a sus competidores y el mundo político encontró el dinero para poder pagar las suntuosos sedes, su mantenimiento y el mantenimiento de muchos de sus dirigentes que se han convertido en políticos profesionales y no tienen donde ir cuando dejan de ejercer el poder, y cobrar por ello, y pasan a la fría oposición.
Los grupos independientes no tenemos ni sedes suntuosas, ni personal a sueldo. Por ejemplo la sede de La Voz del Pueblo es un local que nosotros mismos hemos reformado y por el que pagamos 300 euros de alquiler al mes.
Al menos a mí, personalmente, me molestaba muchísimo escuchar al partido gobernante decirle a todos los españoles que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades, conociendo como conozco, la dinámica política desde el propio sistema. Como conozco el sistema de financiación ilegal de algunos partidos.
Son ellos los que han vivido por encima de sus posibilidades y además con los dineros públicos.
La primera y mayor revolución para acabar con la corrupción consistiría en que los partidos aprendieran a vivir con menos, tener sedes menos suntuosas y realizar algún ERE en sus sobredimensionadas plantillas de políticos profesionales.
Con ello se conseguiría:
  • Que los bancos no tengan que prestar dinero a los partidos.
  • Que los partidos no favorezcan a los bancos que les prestan dinero.
  • Que las empresas no donen dinero a los partidos.
  • Que los partidos no adjudiquen en compensación a esas empresas las obras y los servicios “bajo cuerda”.
  • Que los gobernantes no estén sometidos a los intereses de bancos y empresarios.
  • Que se acaben los costes inflados a la administración sacando a concurso público y transparente la adjudicación de todas las obras y servicios.

Y además reitero, si se obra con transparencia y honestidad, sin nada que ocultar, es posible que la ciudadanía, convocada a participar, responda positivamente.

1 comentario:

  1. Le he cambiado el título. Este tiene más morbo y seguro que se animan a leerlo más de uno o una ahora.

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