He
repetido ya varias veces que no soy partidario de independentismos de
nacionalidades que disfrutan de una situación económica y social
preferente obtenida por el esfuerzo de todos, los propios y los
extraños procedentes de otras regiones más desfavorecidas o más
olvidadas.
No
es que tenga especial interés en escribir algo sobre el asunto de
Cataluña, dada la proliferación de noticias y debates sobre el
manido monotema, pero me rebelo ante la tergiversación que se está
haciendo de una forma interesada por parte de la prensa y de algunos
grupos políticos. No es justo.
De
aquellos polvos estos lodos señor Rajoy... Todo esto tiene un origen
y lo sabe usted, y lo sabemos los ciudadanos normales perfectamente,
que en el Parlament catalán se había aprobado con suficiente
mayoría un Estatuto que además fue ratificado por el Parlamento
español y como quiera que pensaron que aquello era demasiado
aperturista, usted y su partido decidieron mutilarlo y recurrir al
Constitucional el texto del Estatut, dejándolo finalmente
irreconocible e inasumible.
Posiblemente
con ese Estatut los catalanes hubieran estado conformes y para nada
hubieran pensado en la independencia.
Además
la actitud inmovilista, señor Rajoy, en estos años de su gobierno,
no ha sido más qué un continuo generador
de mayor
disconformidad que
ha ido incrementando el número de catalanes discrepantes
con la situación y
que se han sumado a las tesis separatistas.
Han
creído, señor Rajoy y
su gobierno, que judicializando
la gestión de un asunto
tan trascendente, nombrando a un Fiscal General cuya actuación al
servicio del PP está resultando nefasta, las dificultades serían
menores y no se ruborizan al proclamar en todos los medios que “la
Ley está para cumplirla”...(los demás). Cuanta celeridad en el
asunto catalán y cuanta lentitud, oscurantismo y
mentira en asuntos como
Gurtell, Lezo, Púnica, Taula..
Ahora
no es el problema el fallido referendum, ni siquiera lo es la
independencia, el problema es el enfrentamiento político y social
desencadenado y la casi imposible viabilidad de su solución.
Con
las elecciones convocadas con celeridad no se van a solucionar las
disputas máxime cuando, a instancias del Fiscal General, se ha
encarcelado a un gobierno catalán( guste o no) elegido
democráticamente, implementando la conflictividad existente y
promocionando una unidad entre los independentistas que hasta ahora
no había existido.
Es
cierto que en muchos momentos los gobernantes catalanes han hecho el
ridículo, pero los gobernantes del PP tampoco han obrado con astucia
y con honestidad.
En
una reciente entrada de este blog escribía lo siguiente: “A
resolver tocan, Sr. Rajoy. Cuide de no dar más pasos en falso, no
cometa más errores y aprenda que en la política los problemas son
como el pescado… o los afrontas con decisión o se agravan”….
Debo
reconocer que convocando las elecciones para el 21 de Diciembre ha
obrado con decisión … pero ha caido usted en la trampa de la
judicialización de la política que ha promocionado y unas
sentencias judiciales desproporcionadas le han complicado el
terreno político.
Espero
que aprenda y en el futuro haga usted política cuando toca y deje a
la judicatura que actúe cundo y como corresponda, aunque no le guste
ni a usted ni a su partido.
Es
mi humilde opinión y puedo estar equivocado.
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