lunes, 6 de noviembre de 2017

Candidaturas independientes ¿ Somos más importantes de lo que creemos?

Accidentalmente he podido leer el texto que a continuación comparto en la Revista Vasca de Sociología y Ciencia Política "Una mirada al fenómeno neorrural vasco: identidad e ideología como impulsoras del gran crecimiento de las plataformas vecinales" y que fue  motivo de estudio  en el Congreso Vasco de Sociología y Ciencia Política de la EHU/UPV en 2010. Aquí lo resumo:

Los pilares que entrelazan fuertemente las formaciones independientes alternativas buscan el mínimo común múltiplo: cooperar a la vez que mantener su independencia y sobre todo, continuar su proyecto de reconversión democrática facilitando que otros municipios sin experiencia puedan encontrar su fuente de apoyo en personas como Pedro Lobato, que acarrea sobre sus espaldas 20 años al frente del Consistorio de Etxebarri y tiene mucho que contar a las nuevas formaciones vecinales.

Lobato afirma que Etxebarri ha sido “una referencia para otras iniciativas independientes porque casi todos los grupos nos han consultado y siempre hemos aportado nuestra experiencia…... Queremos que se nos unan más municipios para transferirles todo nuestro conocimiento”.

Algunas plataformas gobiernan con desahogo al alcanzar la mayoría absoluta en Altzaga, Asteasu, Etxebarri, Gabiria, Murueta, Peñacerrada, Ubide y Zerain.

La plataforma de Etxebarri se trata de un caso especial y significativo, puesto que ha mantenido su gran empuje que comenzó hace veinte años, preservando intacta la confianza y la ilusión de sus residentes.

Un anhelo que es el espejo donde se admira y reconoce la política vasca, ya que la representación institucional de estas plataformas se ha incrementado en casi un 25% hasta alcanzar la presencia de 353 ediles frente a los 266 que lograron en 2007, según los datos aportados por el propio Gobierno vasco y abiertos a la consulta de todas las ciudadanas. 

Este incremento supone una mayor implicación efectiva de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas, a lo que hay que añadir la concurrencia de un mayor número de asociaciones vecinales a los pasados comicios del 22-M, como ocurrió en el segundo municipio más grande de Euskadi: Getxo.

...Muchos de los vecinos de Etxebarri habían abandonado su anterior comunidad lo cual pudo significar “la quiebra de su identidad personal que se manifiesta tanto en la lengua como en el vestir, los hábitos, los ritos sociales y un conjunto de creencias, valores e intereses” (Fernández Sobrado y Aierdi, 1993) que les empujaron a crear comunidad y luchar contra el abandono al que estaban sometidos. 

Hoy, sacan pecho con ese orgullo característico de quienes han hecho de su barrio una localidad admirable por su esfuerzo y constancia, participando activamente en el movimiento vecinal que ha luchado por mejorar la calidad de sus vidas y de las generaciones futuras

En palabras de Pedro Lobato, figura emblemática de Etxebarri y ex alcalde, “el éxito depende de las personas. Un gobierno independiente no es una opción política, es más bien una opción social, que se preocupa por lo que verdaderamente le afecta a la ciudadanía: se trata de ofrecer cercanía y accesibilidad”. 

¿No os parece que nos dan demasiada importancia? Esperemos que la trascendencia que se nos atribuye a los independientes sirva para que los ciudadanos sepan que, cuando los partidos no gobiernan en su defensa, existe la posibilidad de formar y votar una candidatura independiente, como se ha hecho ya en muchos  de nuestros pueblos.

Espero que este relato sirva para animar a las candidaturas vecinales y a los vecinos y a las vecinas para que estén siempre apoyando a quienes a diario dedican su tiempo de ocio personal a mejorar la calidad de vida de todos. Y lo hacen para servir... no para servirse.

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