Vaya por delante mi repudio al uso de la violencia, pero sobre todo si se usa para conseguir objetivos políticos y con resultado de muerte.
Y no son solo palabras, los hechos me avalan. El día que mataron a Miguel Angel Blanco, en cuanto supe la noticia, como Alcalde de Etxebarri, a pesar de estar fuera y de vuelta a mi municipio, dimos un paso al frente, pusimos en marcha nuestra red ciudadana y nos organizamos antes que ninguna otra institución.
Para las ocho de la tarde, con la ayuda de muchos vecinos voluntarios habíamos conseguido montar dos manifestaciones y abarrotar la plaza del pueblo con cientos de etxebarritarras. Y eran tiempos de riesgo para quienes mostrábamos valentía.
Personalmente me pareció un inadmisible salto cualitativo en la estrategia etarra matar de esa manera tan vil a un pobre concejal.
Pero también manifiesto mi repulsa al uso político partidista que se hacen de estos sucesos luctuosos, de estos asesinatos.
¿Acaso es plausible la actitud posterior de su propia hermana? ¿ Hubiese pasado lo mismo si en lugar de Miguel Angel, un sencillo joven concejal, hubiese sido secuestrado un alto dirigente? ¿ Es honesto que usen la Fundación que lleva su nombre, como acredita la Udef, para camuflar los gastos electorales con ingresos fraudulentos de la Gurtel?...
Entiendo el planteamiento de Carmena de no permitir colgar de la fachada del Ayuntamiento una inmensa pancarta en memoria de Miguel Angel, para no establecer diferencias con otras victimas, como reclaman las propias asociaciones. Aunque reconozco el carácter distintivo de esta muerte por lo que trajo como consecuencia en cuanto a la cohesión social contra ETA que supuso el principio de su fin.
El reprobado Ministro de Justicia ha insultado llamando mezquina a la Alcaldesa. ¿Acaso existe mayor mezquindad que colocar como Fiscal ProCorrupción a quien debería ser el Fiscal Anticorrupción? ¿ Acaso existe mayor mezquindad que usar el poder y los fondos públicos para enriquecerse personalmente o al propio partido?
Es mi humilde opinión y puedo estar equivocado.
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