Hablemos de fútbol, Sr Rajoy.

Mire usted señor Rajoy, ya ha puesto fecha a la investidura y creo que va a experimentar los efectos de su propia medicina, sufriendo una fría soledad consecuencia de su falta de apoyo parlamentario, pero para entonces ya  habrá conseguido convencer a una gran parte de su electorado, que  tiene entre quiénes pasan las tardes viendo las sabias intervenciones de los contertulios de Sálvame o los que entretienen sus noches enganchados a las historias irreales del Cuéntame, que el malo de la película, el que les va a obligar a votar el día de Navidad, es el señor Pedro Sánchez, candidato del PSOE.

En estas vacaciones de verano he podido comprobar que existe en algunas regiones un gran porcentaje de espectadores, que sólo ven  TVE 1 y Telecinco, que están siendo bombardeados continuamente por esos mensajes que yo creo que ya no se los cree ni usted.

Es como si en un partido de fútbol cuando se está empatando a cero y faltan unos pocos minutos el Real Madrid, por ser el Real Madrid, convenciera a parte o a todo el equipo de su principal rival (el Barça) para meter goles en su propia portería y así lograr los goles que son el espectáculo y de paso hacer al Real Madrid campeón de liga y copa.

¿Cuántos socios y seguidores cree que dejarían al Barça? Eso es lo que pretende que ocurra con el PSOE.

Para espectáculo es el que está dando este país. 

Sigamos con el símil  futbolístico, para mejor entendimiento de sus seguidores de Sálvame y Cuéntame:

• Le ha dicho usted al Presidente de la Federación (Jefe del Estado o Rey) que jugará el partido (la investidura) solo si está seguro de que lo va a ganar.

• Le ha indicado al árbitro (Presidenta del Parlamento, de su partido) cuando tiene que comenzar el partido y las reglas del arbitraje que debe aplicar a su favor.

• Se ha pasado usted todo el verano sin hacer el más mínimo esfuerzo para conseguir fichajes esperando que los fichajes (otros partidos) le suplicaran "por favor, fícheme".

• Ahora le pide al equipo rival más directo que marque goles  en su propia portería porque no ha conseguido usted fichajes pues les repudian a ustedes porque tienen fama de corruptos y mentirosos.

• Han conseguido, a última hora, el apoyo de su equipo filial (Ciudadanos), la cantera de nuevo cuño promocionada por el IBEX para anestesiar por la derecha el efecto Podemos.

• Ha decidido usted que la fecha de la investidura sea el 30 de Agosto, para que el transcurso de los plazos implicaran que unas nuevas elecciones (tercer partido) coincidan plenamente en el día de  Navidad. 

Y ahora pretende usted, manipulando la prensa y la TVE 1, que nos creamos que el culpable de todo esto sea su máximo rival al que le pide que se marque gol en su portería para evitar el tercer partido.

Para ello no para de decir a los españoles (principalmente a los de Sálvame y Cuéntame)  a través de las portadas de La Razón. El Mundo, el Español u OK diario, que el tercer partido sea el día de Navidad es culpa del Barça (PSOE- Pedro Sánchez). Si el señor Sánchez está de vacaciones, cosa que le recriminan, ¿cómo ha determinado él las fechas?.

En España "somos muchos españoles y muy ...españoles", pero hay muchos, como yo, que no nos creemos ya nada de usted y los suyos y votamos a otras opciones políticas para lograr que usted no sea nuestro Presidente. 

No tiene usted talla suficiente para ser un buen Presidente por mucho que Marhuenda no se canse de repetir que sacó usted la plaza de registrador de la propiedad a los 23 años. Falla usted estrepitosamente al no "registrar" a su partido. Ser buen registrador de la propiedad no lleva implícito ser buen presidente, pero ser mal "registrador" de las corruptelas propias implica no ser merecedor de tal cargo. 

No se si será finalmente Presidente, Sr. Rajoy, pero flaco favor le está haciendo usted a las reglas del juego democrático que fueron aprobadas por todos y que usted, torticeramente, interpreta a su favor y de su partido.

Es la humilde opinión de este ciudadano independiente. Puedo estar equivocado pero no quiero callar ante tanta tergiversación.