No es que no tenga otros muchos motivos para escribir después de este paréntesis vacacional que me he tomado, es que este último acontecimiento retrata con total crudeza a quienes desgobiernan España.
No se puede hacer con mayor descaro.
Les conceden a sus amigos el negocio del servicio de una autopista, seguramente a cambio de ciertas dádivas personales o colectivas
No controlan ni los medios ni las actuaciones y cuando, producto de su falta de control, se monta un descalabro monumental les sancionan con 1.200 euros, mientras por ese mismo tramo Abertis factura 178.000 euros diarios. Se ríen de todos nosotros.
Sin comentarios
No hay comentarios:
Publicar un comentario